domingo, 15 de agosto de 2010

Hola a todo el mundo¡¡¡¡

Perdonar por no poder actualizar demasiado el blog, pero es que por Asia tenemos bastantes problemas para encontrar internet.

Ya estamos en Barnaul¡¡¡¡ A 400 Km de la frontera mongola, a la cual iremos hoy por la tarde para pasarla mañana (cierra los fines de semana). Ya atravesamos los desiertos y dejamos la RUTA DE LA SEDA, fue duro pero ya está hecho. Ahora toca el plato final MONGOLIA ALLA VAMOS¡¡¡¡¡

El coche va genial¡¡ no hemos tenido ningún problema serio y nosotros estamos muy bien de ánimo, fuerzas y salud (aunque aqui los amigos con cagalera).

Intentaremos colgar fotos desde Olgii primera ciudad mongola que asaltaremos.

Gracias a todos por vuestro apoyo.

lunes, 9 de agosto de 2010

Día 11: Cargando las pilas en Astrakán.

Tras diez días de viaje y unos pocos miles de kilómetros, el cuerpo ya se resiente un poco, y si a esto le sumamos el día anterior que fue una etapa interminable (nos recorrimos todo el 1º tramo de Rusia) el cuerpo te pide un pequeño descanso. Dicho y hecho, a coger fuerzas en Astrakán para entrar con fuerza el desierto.

Como nuestro hotel estaba a las orillas del Volga y nosotros no teníamos ni idea de las cosas que hay o deja de haber por Astrakán optamos por la opción fácil, subirnos al típico barquito de guiris y comer algo al tuntún.

Tras nuestra vuelta por el Volga dimos una vuelta por la ciudad y decir que no tiene mucho que ver. Estuvimos por el Kreml que teóricamente es el centro de la ciudad, visitamos unas cuantas iglesias ortodoxas y los monumentos típicos de la zona. Una cosa que nos llamó la atención de todas las ciudades de Rusia en las que estuvimos fue que la mayoría de los monumentos son dedicados a la guerra, ya sea a la primera o segunda guerra mundial o en honor al ejército. Mis conocimientos de la historia rusa son mínimos pero creo que hay cosas mejores que enardecer…no sé que cada uno opine lo que quiera.

Continuamos con el paseo y acabamos en un puente dedicado a los enamorados (o eso creo), en el cual había miles de candados con los nombres de parejas, después de tanta guerra viene bien ver algo así, PAZ Y AMOR¡¡¡

Después de dar vueltas y vueltas por la ciudad dimos una paseo a orillas del Volga (creo que Asís y Abel se dieron un morreo jejeje). La escena era de película: atardecer a orillas del río con cientos de personas paseando (muchos patinando), una temperatura ideal y un ambiente de tranquilidad que te hacía olvidar el palizón del día anterior.

Por la noche poco que contar, fuimos a un Mcdonalds que habíamos localizado a la tarde…ya sé que lo mejor es ir a un restaurante típico pero después de dos días comiendo cosas que no sabes que son, apetece darse un buen atracón de comida basura.
Volvimos por los mismos sitios que estuvimos por la tarde porque otra cosa no pero las ciudades rusas de noche ACOJONAN¡¡¡ las calles apenas tienen iluminación y pasas de una calle amplia a un callejón casi sin darte cuenta. Callejón que no sabes quien está ni a donde vas, esto sumado a la decadencia de muchos edificios te hace pensar…por lo que nuestro consejo es que por si acaso NO TE METAS SI NO SABES A DONDE VAS¡¡¡

Antes de irnos para cama aún nos quedaba una sorpresa. Nuestros amigos de TIRA Y AFLOJA habían llegado a la ciudad así que nos estuvimos contando las batallitas (que no son pocas) de estos diez días de Mongol Rally. Una pena que no pudiéramos seguir con ellos hacia Kazajastán, pero todavía les quedaban dos días de espera para poder entrar en el país y nosotros (igual que todos) teníamos cierta prisa por empezar la ruta de la seda. Ojala nos encontremos más adelante, un abrazo a Rubén y Aida.

Como punto final decir que ya se empieza a ver en las gentes rasgos asiáticos, tanto los ojos rasgados como un color de piel más oscuro. TODOS ESTAMOS BIEN¡¡¡ Y el coche va genial, ni siquiera hemos pinchado ni una sola vez.

Un saludo a todo el mundo y gracias por los ánimos (ayudan muchísimo).
Día 10. Camino de Astrakan

Hotel de carretera, ducha y desayuno rápido. Nada que desatacar, salvo una especie de arroz inflado caliente con leche, con un sabor muy parecido a la papillas de de los niños pequeños con diversidad de opiniones dentro del equipo sobre su sabor y conveniencia.

Rumbo al paraíso de las mujeres con gustos caros a la hora de cubrir su cabeza el paisaje desértico cada vez iba tomando más protagonismo, desorientados tomamos una carretera secundaria camino de Astrakan, en la que hicimos 50 km en una hora y media, (Yo y mis impulsos), este y el craso error de no quedarnos en Volvogrado hizo que el viaje tuviera mucha miga.

Si somos francos, y siguiendo los pasos de la organización cuando Lorenzo decidía retirarse después de un largo día de trabajo, camino de Astrakan, decidimos parar en un hotel (por llamarlo de alguna manera), en el que descansar y llevarnos algo a la boca. Aquel sitio estaba regentado por dos mujeres con edades incalculables y una especie de matón, el cual se estaba metiendo entre pecho y espalda unas lentejas, que madre mia…
Por agua dábamos dinero, por dormir hasta los zapatos, pero por esas lentejas, que se yo que daríamos por ellas…
Nuestras suplicas y negociaciones no surtieron efecto, no llevar dinero local tenso la cuerda demasiado y tuvimos que seguir camino de noche hacia Astrakan.

El resto de viaje se puede resumir en una frase “Con la policía phemos topado”, dos paradas en ochenta kilómetros con Abel al volante, no se que pasa pero parece que tengo imán, una la solventamos con el Iron-man que Cristine nos regalo y que fue para el policía de turno, la otra por comernos un cebreado en frente de un control. Esta fue más complicada el capi durmiendo y dos “cegaratos” llevando el coche, un Ruso con rasgos Asiáticos, coge la documentación y nos lleva a una caseta rectangular con una farola al lado donde una sintonia de cucarachas voladoras del tamaño de bellotas se golpeaban una y otra vez contra la luz, al final y después de mucha tensión y 25 euros (viva la corrupción) nos dejaron marchar.
En torno a la cuatro de la mañana un macdonalds 24 horas hizo subir la moral a la tropa, a continuación el hotel azimut nos llevo a un merecido descanso.
Dia 9: KHARKOV- FRONTERA RUSA.


Cuando nos despertamos nos bajamos a dar un homenaje en condiciones en la terracita del hotel, aprovechando que el desayuno ya que estaba pagado. Allí nos encontramos con otro equipo inglés que también había tenido problemas para encontrar una madriguera en la ciudad, y después de comentar las grandezas de las carreteras ucranianas, nos despedimos hasta Ulan Bator.

Después de coger fuerzas dejamos atrás el hotel con la una de las primeras pruebas de fuego del viaje, el asalto a la madre Rusia. Dejamos atras Kharkow a la primera (todo un logro, debe ser que ya empezamos a adaptarnos a la vida después del GPS) atravesando avenidas enormes que claramente habían tenido tiempos pasados mejores.

El camino hacia la frontera la verdad es que no mejoró. La carretera estaba llena de baches y con unas crestas en el asfalto que de vez en cuando le dejaban un recadito al cubre-carter. Si no le hubiéramos puesto el cubre-carter al coche seguramente habríamos tenido algún problema serio.

La carretera era bastante aburrida…rectas de mas de 10 km, rodeadas por llanuras cubiertas por cultivos infinitos de todo lo que os podáis imaginar (girasoles, cebada, trigo,..), y pedazo tractores que hacían que a Pitu se le cayera la baba. Como nos dijo “Ucrania es el país con los tractores mas potentes del mundo después de EEUU”.

A unos 50 km de la frontera el paisaje cambió, y empezó a aparecer una estepa chunga, casi desértica, que nos iba dando una anticipo de lo que encontraríamos al otro lado. Además, empezaron a aparecer muchísimos signos del pasado glorioso de la URSS. Tanques y aviones de guerra al lado de la carretera como quien planta una escultura y carteles de propaganda comunista en las fábricas, muchas de ellas ya abandonadas…

Paramos en una gasolinera a repostar, coche y pilotos, y nos enfundamos las camisetas que nos habíamos comprado en Kiev. Imaginaros la postal, tres tíos se bajan de un Peugeot 106 pintado como si fuera una vaca, y se enfundan las camisetas de la selección española y del barsa. La imagen debió ser lamentable. Además la mia era una XS, y entre el calor y nylon se quedo pegada automáticamente a mi cuerpo como una segunda piel, dejando prácticamente el ombligo al aire. Lo dicho, ¡lamentable!

Ya en la frontera ucraniana la cosa fue bastante rápido. Un militar ucraniano nos hizo vaciar todo el coche para revisar todo…se centro en las medicinas y tuvimos que ir explicándole todo lo que llevábamos en el botiquín, por signos y con un mezcla de ingles y español que funcionó. Lo que mas problemas nos dio fueron unos botecitos de jalea real que el guardia se empeño en probar para asegurarse de que nos fueran narcotics. Acabar la revisión nos pidió un mini present. El calor era insoportable y para acabar pronto le dimos 5 euros y 50 grivnas (unos 5 euros) y nos dejo ir.

Ahora quedaba la invasión a tierras rusas de la vaca. Puede parecer que si hay algo mas duro que un militar fronterizo de Ucrania es un militar fronterizo ruso, pero en realidad no fue tan traumático. Abel y yo tuvimos que volver a sacarlo todo mientras Pitu, como dueño del coche, tuvo que rellenar algunos formularios con la ayuda de un militar que resulto ser muy enrollado y que en ningún momento perdió las buenas formas, aunque Pitu la cago varias veces con lo que había que rellenar en cada campo.

Cuando ya nos habían revisado todo, apareció un militar con ganas de llevarse algún regalito, pero según nos pareció, el amigo ruso de Pitu le paro los pies…y ¡MISION CUMPLIDA! Ya estábamos en Rusia, y lo que era mejor, ¡las carreteras eran muchísimo mejores!

Después de 3 hora y media ya estábamos en Rusia, pero ahora teníamos un problema: una sed animal y no teníamos rublos. Nos bajamos en la primera tienda que vimos e intentamos comprar agua con moneda ucraniana, pero no funciono y la tendera nos echo del garito con malas formas. Pero le dimos pena a una señora rusa y a su hija y nos compraron ¡¡5 botellas de agua congelada!! Le dimos todas las grivnas que nos quedaban y quedamos eternamente agradecidos.

A unos 70 km de la frontera encontramos un hotel de carretera donde pasar a noche y recargar la barra de energía. Unos mafiosos rusos nos cambiaron dólares por rublos para poder pagar la habitación e insistieron en invitarnos a unos vodkas que rechazamos por que podían tumbarnos tal y como estábamos. Aqui si que funcionaron las camisetas y enseguida nos pusimos a hablar de futbol…y si chavales, conocían a Mostovoi y a Valerio Karpin, y sobre todo al CELTA DE VIGO (a pesar del lamentable trato recibido por sus representantes en cuanto al patrocinio de nuestra aventura, y el toreo que nos dieron, incluyendo varios que si que no y finalizando con muchísimos “no se puede poner porque esta reunida”, hay una cosa que nunca cambiará, soy Celtista hasta la muerte, y probablemente mucho mas que ellos).

Después de una cena bastante buena en el restaurante del hotel, que parecía egipcio, nos fuimos a la cama reventados.

Objetivo cumplido, la vaca ya esta en suelo ruso…VAMOS!!!

Saludos a tod@s!!

martes, 3 de agosto de 2010

Aquí os dejo algunas fotos del viaje, perdonar que no sean muchas pero tardan muchiiiisimo en cargar y vamos con el tiempo justo. Un saludo a todo el mundo y muchas gracias por vuestros comentarios¡¡¡

El enlace:

http://www.facebook.com/photo_search.php?oid=340000953754&view=user#!/photo.php?pid=1134733&o=all&op=1&view=all&subj=340000953754&aid=-1&id=1625049555&fbid=1456438744025
Día 8: Entre baches anda el juego. Kiev- Kharviv.

Nos despertemos en Kiev con una idea en la cabeza: “haber como salimos de aquí”, y la verdad no nos pudo ir mejor. Pensar por un momento las posibilidades que hay de encontrarnos en una ciudad de millones de habitantes con la única persona que conocemos, sabemos que es legal y que además es taxista, por lo que conoce la ciudad y tiene coche. Pues nada más salir del hotel allí lo estaba con su camiseta del Equipo Sentidiño¡¡¡

Después de hablar un poco de que lo que nos pareció la ciudad se OFRECIÓ, a sacarnos de la ciudad y menos mal…tardamos como unos 25 minutos en salir, lo cual nos habría llevado a nosotros horas y horas dando vueltas preguntando a la gente. Seguramente alguno estará pensando, ahora es cuando les va a cobrar lo de ayer y hoy…PUES NO¡¡ nosotros le ofrecimos dinero porque nos parecía lo más justo después de que él perdiera su tiempo y dinero durante dos días, y nos dijo: “si queréis darme algo firmarme en el techo del taxi” ALUCINANTE¡¡¡ gente como esta hace pensar en los prejuicios que tenemos todos a gentes de países menos desarrollados que el nuestro, y ver lo equivocados que estamos a la hora de decir “son todos iguales” “no hay uno bueno”...

Nos despedimos de la última gran ciudad con el mejor de los sabores de boca, pero pronto se acabó la alegría. En mi vida había visto unas carreteras así, más que baches tenían auténticos socavones, policía por todos lados, las normas de adelantamiento eran: si cabes puedes adelantar, animales sueltos a ambos lados de la carretera, una temperatura media de 40ºC…Una auténtica tortura para el coche y nosotros, pero ESTO ES EL MONGOL RALLY no un fin de semana en Torrelodones, así que palante¡¡¡

Cuando llegamos a Kharviv (1.700.000 habitantes) tuvimos el mismo problema de siempre: ¿¿donde dormimos?? Solución: preguntamos y ya está. Ahora nos damos cuenta que hicimos mal la pregunta de, un hotel barato por aquí?? Pues sin saber como, nos vimos en una escena del GTA siguiendo a una furgoneta destartalada a toda velocidad por los suburbios de una ciudad más grande que Barcelona. Teníais que ver donde nos llevó, coches hechos polvo, calles sin asfalto, gente mirándote toda seria por todos lados, farolas rotas o destrozadas (ni un hilillo de luz había en la calle), todos los semáforos apagados…parecía la escena de una ciudad de postguerra.

Tardamos en tomar la decisión de irnos de allí unos 5 segundos, nunca antes nos habíamos puesto de acuerdo tan rápido. Dejar un coche con baca en ese barrio, de entrada no parecía la mejor de las opciones como decía Asís: TODO ERA MUY TURBIO. Arrancamos al centro de la ciudad (donde hay un Macdonald´s) y por lo menos allí ya había luz. Tras unas cuantas vueltas por la avenidas excomunistas de diez carriles por cada lado (anchas como campos de fútbol) paramos en el único hotel que nos dio seguridad, PRUEBA SUPERADAAAA¡¡¡¡ El hotel nos salió bastante caro para ser Ucrania (unos 20 euros cada uno), pero tenía parking y estaba de lujo y tras el día de carretera y suburbios que nos pegamos nos lo merecíamos.

Mañana tenemos previsto entrar en la MADRE RUSIA y siguiendo los consejos del equipo de Ermulanmallabia (muchas gracias por todo chavales) nos compramos una camiseta del Barsa y dos de la roja¡¡¡ tenéis que ver a Asís con una camiseta talla XS de Torres jajajaja. Ya os contaremos si nos dieron resultado.

Por cierto hasta ahora no hemos hablado nada de nuestro PEDAZO CARRO¡¡¡ Pues sí la Vaca con Baca se está comportando como un campeón , solamente tuve que cambiarle un fusible, un crack¡¡¡

Un saludo a todo el mundo.
Día 7: Llegamos a Kiev, esto es otro mundo.

Como Bill Murrai en su día de la marmota, comenzábamos un nuevo día, ni mejor ni peor simplemente un nuevo día. Ya sabéis carretera, coche, y kilómetros y kilómetros de bastas extensiones de trigo y girasoles mirando al sol cual voyeur a su musa.

A las 08:00 hora Ucraniana, nuestro capitán (D. Marcos López Costas) entono su ya clásico “arriba chavales”, esta vez, todo hay que decirlo, sin su habitual marcialidad cosa que nos sorprendió gratamente.

Pan, yogur y zumos comprados en supermercado fueron nuestro desayuno. Sin entretenernos demasiado partimos hacia Kiev, capital de Ucrania, no sin antes despedirnos de nuestros amigos del equipo de Cádiz.

Human, canción perteneciente al grupo “The Killers”, fue una vez más la niña bonita del equipo y partió desde la Pole, después, el largo viaje permitió escoger variedad y cantidad de nuestro extenso fondo de armario musical amparado todo ello en un viejo y maltrecho I-pod cortesía de nuestro amigo Francis.

Después de cuatro horas de viaje, con extensas conversaciones apoyadas en toda una vida de amistad y experiencias conjuntas y aderezadas con nuestras clásicas coletillas tales como “sopaahss”, “Sasha”, “cierrabares”, “ paraguada”, “ yavendra” , “tactactac, el monumento de la independencia de Ucrania se alzó ante nosotros, excusa más que suficiente para que D. Francisco de Asís diera rienda suelta a su almodovoriano instinto.
Treinta minutos y 88 vueltas después y haciendo gala de nuestro nombre nos detuvimos en el parking de un hotel, no por la hora, corrían las siete de la tarde, sino por el autentico caos circulatorio que reina en esta ciudad en la que cada uno hace lo que le sale del bajo vientre. Diez minutos más tarde las noticias no eran las mejores que podíamos esperar, nos pedían por una noche de Hotel unos 500 euros (impuestos incluidos, si es que manda…), a mayores taxistas corruptos pretendían hacer su particular agosto a finales de Julio.

Casi derrotados y con la Quechua planeando sobre nuestras cabezas, apareció cámara en mano, la luz al final del túnel, el cola Cao para la leche templada, el hielo para tu copa en verano…, allí estaba, nuestro amigo calesqui, taxista de Kiev, entonando el clásico “guaaaaaaaaauuuuuuuuu”, y preguntando si podía hacerse una foto con nuestro coche.
Y el resto chicos os lo podéis imaginar, nos busca un hotel barato, nos lleva nos trae, es decir un autentico “CRACK”.

Y sólo por esto, mañana, cuando leáis esta crónica de este humilde “juntaletras”, debéis saber, vosotros, amigos nuestros que D, Victor Calesqui Cyborg, taxista de la capital de Ucrania pudo cobrar, estafar y no ayudar a tres extranjeros montados en una vaca y no lo hizo.

Por eso, amigo nuestro, esta crónica es en tu honor.

Abrazos y besos para todos.
Abel